Lectura bíblica: Salmo 23.-
"(...) no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento."
Salmo 23.4.
NO NECESITAS SABER A DÓNDE VAS
CUANDO SABES QUE QUIEN TE GUÍA ES DIOS.
El escritor H. W. McLaughlin cuenta que visitó Israel y conversó con un viejo pastor. Pensando en el Salmo 23, McLaughlin le preguntó al pastor
ovejas puedan verlo. De alguna manera eso las tranquiliza y les asegura
cómo usaba él su cayado para consolar y guiar a las ovejas.
El anciano dijo que durante el día,
siempre lleva el cayado atravesado
sobre los hombros de manera que las