domingo, 13 de noviembre de 2011

Guiado día y noche.-


Lectura bíblica: Salmo 23.-

"(...) no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo; 
tu vara y tu cayado me infundirán aliento."  
Salmo 23.4.

NO NECESITAS SABER A DÓNDE VAS
CUANDO SABES QUE QUIEN TE GUÍA ES DIOS.



El escritor H. W. McLaughlin cuenta que visitó Israel y conversó con un viejo pastor. Pensando en el Salmo 23, McLaughlin le preguntó al pastor 
cómo usaba él su cayado para consolar y guiar a las ovejas.  
El anciano dijo que durante el día, 
siempre lleva el cayado atravesado 
sobre los hombros de manera que las 
ovejas puedan verlo. De alguna manera eso las tranquiliza y les asegura
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