martes, 1 de marzo de 2011

Cómo invertir bien en la vida.-



Eclesiastés 11-1-7 -NVI-

1Lanza tu pan sobre el agua; 
      después de algún tiempo volverás a encontrarlo.
   2 Comparte lo que tienes entre siete,
      y aun entre ocho,
   pues no sabes qué calamidad
      pueda venir sobre la tierra.
   3 Cuando las nubes están cargadas,
      derraman su lluvia sobre la tierra.
      Si el árbol cae hacia el sur,
      o cae hacia el norte,
      donde cae allí se queda.
   4 Quien vigila al viento, no siembra;
      quien contempla las nubes, no cosecha.
5 Así como no sabes por dónde va el viento ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco entiendes la obra de Dios, creador de todas las cosas.
6 Siembra tu semilla en la mañana, y no te des reposo por la tarde, pues nunca sabes cuál siembra saldrá mejor, si ésta o aquélla, o si ambas serán igual de buenas.
7 Grata es la luz, y qué bueno que los ojos disfruten del sol.  8 Mas si el hombre vive muchos años, y todos ellos los disfruta, debe recordar que los días tenebrosos serán muchos y que lo venidero será un absurdo. 
Acuérdate de tu Creador
 9 Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu *corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estímulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto.10 Aleja de tu corazón el enojo, y echa fuera de tu ser la maldad, porque confiar en la juventud y en la flor de la vida es un absurdo.
   


De este capítulo se desprenden algunos sabios consejos:

                   * El no entender algunas cosas de la vida, no debe ser obstáculo para disfrutar de lo que tenemos y sabemos, siempre teniendo en cuenta a Dios.

                   * Debemos ser generosos, pues la vida es incierta (versículos 1 al 3).
En este capítulo el autor invita al ser humano a la acción, a ser protagonista en la comunidad donde se mueve.  Podemos hacer aquello que contribuya para el bienestar tanto personal como general.  Salomón menciona que debemos aprender a ayudar a otros, aunque no siempre todo suceda como lo planeamos.  El verso tres nos habla de que no toda el agua cae donde realmente sería provechosa; sin embargo, otra cae donde es beneficiosa y cumple su objetivo.

                   * Debemos ser persistentes (versículos 4 al 6).
No esperemos a entender todas las cosas para actuar luego.  Se nos enseña que aún cuando no entendamos bien todo, debemos confiar en Dios, “…creador de todas las cosas” (verso 5).   Se nos desafía a hacer lo que debemos, y Dios se encargará de lo que está fuera de nuestro alcance.

                   * El balance de la vida (versículos 7 al 10).
Hay que tener en cuenta que todo tiene su fin, y balancear nuestras vidas según el orden de Dios.
La verdadera felicidad no puede encontrarse fuera de Dios.

Extraído y adaptado de La senda juvenil.  Editorial Evangélica.  U.S.A.  1996.


1 comentario:

  1. Buen alimento y agua que sacia es a nuestra alma la Palabra... Siempre alumbrando nuestro diario caminar... Si seguimos su enseñanza, la Divina, nuestros pies no tendrán tropiezo. ¡Bendita la Palabra que da vida! ¡Aquella que permanece para siempre! ¡Gracias Señor por tu Palabra! ¡Ayúdanos a ser hacedores de ella, porque haciéndola seremos bendecidos!

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