“Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; exaltad al que cabalga sobre los cielos. JAH es su nombre; alegraos delante de él”.  Salmos 68.4  -RVR 60-.

 "La actitud puede transformar cualquier cosa y todo - los pensamientos, hábitos y perspectivas-.  Literalmente, puede cambiar nuestras vidas, cambiando nuestra forma de pensar.

En Isaías 26:3 -NTV- nos encontramos con la promesa, " ¡Tú guardarás en perfecta paz  a todos los que confían en ti; a todos los que concentran en ti sus pensamientos!." Una mente llena de pensamientos fijos en Dios producirá
un corazón lleno de alabanza (…) la alabanza es una poderosa herramienta en nuestro arsenal espiritual.

Alabar trae sanidad a nuestro espíritu (…) proporciona una vía en la que el Padre trasmite la liberación y la bendición.  Alabar a Dios invita a su residencia en medio de nuestras vidas desordenadas y se convierte en un conducto de flujo libre de la presencia y poder de Dios obrando en nosotros (...) El estrés y la ansiedad se desvanecen  (…).
“Pero tú eres santo, que habitas entre las alabanzas de Israel” -Salmos 22: 3.-  -RVR-.

La alabanza convierte nuestro entorno cotidiano en la morada de Dios. Es a partir de ese trono de alabanza que Dios dispensa victoria, nos sintoniza con su soberanía y nos permite experimentar la realidad y el poder de su presencia.

Nuestra relación con Dios se fortalece con la oración y la alabanza; realiza un ataque frontal a la duda y el miedo. Incluso en medio de los mejores esfuerzos de Satanás, podemos encontrar la victoria cuando alabamos a nuestro Dios."

Mary Southerland.-  Ministerio Novias en Dios.