miércoles, 13 de julio de 2011

   
Cuando le pedimos a Dios que perdone nuestros errores y fracasos del pasado, Él lo hace. Así de simple. La Biblia promete: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9).

El idioma original del Nuevo Testamento era el griego. En el griego, la palabra perdón es aphieme.  Este término puede interpretarse como "liberación",
y también como "cancelar una deuda"; la remisión de la pena debido a una conducta pecaminosa.

Se trata de la confesión y el arrepentimiento. "Confesar" es más que decir, "sí, lo hice."  En el Nuevo Testamento, la palabra "confesar" es homologeo y significa "hablar la misma cosa, asentir, confesar por medio de admitirse a sí mismo culpable de lo que se le acusa; es el resultado de la convicción interna ".  En pocas palabras, es estar de acuerdo con Dios acerca de nuestro pecado.

"Arrepentirse" significa cambiar la mente o el propósito, e ir en la dirección opuesta.  La palabra griega es metanoeo.  Cuando Jesús perdonó a la mujer sorprendida en adulterio, dijo "vete y no peques más."  En otras palabras: "Deja todo lo que estás haciendo, ve en la dirección opuesta, y no cometas más adulterio."  Esta es una imagen del verdadero arrepentimiento.

Por lo que  hoy hemos aprendido tres palabras:

Confesión: estar de acuerdo con Dios acerca de su pecado.
Arrepentimiento: el cambio de la mente; ir en la dirección opuesta.
Perdón: liberación; cancelar una deuda.

¿Está tu corazón roto por tu pecado? ¿Le has pedido a Dios que te perdone? ¿Estás de acuerdo con Dios de que lo que has hecho estuvo mal y estás comprometido a su vez a ir en la dirección opuesta? Si tú has solicitado el perdón de Dios, entonces Él se ha olvidado de la ofensa ya. 
Si no has pedido Su perdón, sino que estás teniendo dificultades para recibirlo, entonces ¿por qué no hacer esta oración y recibirlo por fe?

Oremos
Querido Señor, vengo ante ti hoy, confesando mi pecado.  Estoy verdaderamente arrepentido por mi pecado contra Ti. Te pido que me perdones y me limpies.  Ahora mismo, recibo Tu gracia y perdón.  Yo creo que Tú me has perdonado y ya no será mi pecado contra mí.   Acepto el sacrificio que Jesús hizo en la cruz por mis pecados y te agradezco porque mi deuda ha sido pagada en su totalidad.   Gracias Dios por perdonarme. En el Nombre de Jesús, amén.


El contenido de esta entrada corresponde a un devocional escrito por Sharon Jaynes, del Ministerio Novias en Dios.

1 comentario:

  1. Existen pocos lugares en los que ver la impresión de "cancelado" cause felicidad.
    Uno de esos lugares es nuestro corazón, cuando refiere al estado de nuestra deuda para con Dios.

    ¡Gloria a Él por su obra redentora!

    "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad." 1 Juan 1:9

    ¡Bendiciones a tod@s!

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