de la familia,
de las finanzas,
de los amigos,
de tus habilidades,
de tus ahorros,
de tu profesión...
Y la lista puede ser
interminable. Nada de esto en sí mismo es malo; el problema es que nada de esto puede garantizarnos su ayuda a largo plazo.
La respuesta segura la encontramos en la Palabra de Dios. ¿Qué mejor que tener por Amigo a Aquél que creó los cielos y la Tierra? El escritor del Salmo 121, así lo expresó:
"A las montañas levanto mis ojos;
¿de dónde ha de venir mi ayuda?
Mi ayuda proviene del
creador del cielo y de la tierra" (NVI).
Jesús dijo:"Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar" (Mateo 11.29, TLA).
¿Aceptarás su invitación?
¡Sí! ¡Aceptemos esta invitación!
ResponderEliminarY tendremos descanso, paz, seguridad, dirección, ánimo, fuerzas nuevas, sabio consejo y todo lo bueno.
Porque todo lo bueno se encuentra SOLO en Jesucristo.
¡Bendiciones!