martes, 30 de agosto de 2011

Devocional escrito por Glynnis Whitwer.-


“Por eso Abraham llamó a ese lugar «Dios dará lo necesario». De allí viene el dicho que hasta hoy se escucha: «En su montaña Dios da lo necesario».
Génesis 22.14 –TLA-.

¿Alguna vez has estado en una situación tan desesperada que parecía sin esperanza?  Lamentablemente, vivimos en un mundo roto donde situaciones desesperadas ocurren todos los días.  Quizá esta es la situación de quien lee estas palabras.  Si es así,
te animo a seguir leyendo.  Creo que Dios tiene un mensaje de esperanza para el día de hoy.
Ese mensaje se encuentra en la Biblia, en la historia de un hombre que estaba tratando con su propia situación desesperada.  Su nombre era Abraham y se enfrentó a la mayor prueba de su vida.  Después de anhelar un hijo por muchos años, finalmente Dios le dio uno, a quien Abraham llamó Isaac.  Abraham nunca imaginó que Dios pondría a prueba su fe cuando le pidió que sacrificara a su hijo.  Pero sucedió.


Tenía que haber sido el día más oscuro de la vida de Abraham cuando caminaban por la montaña, con la leña a la espalda de su hijo.   Cada paso que tomó se encontraba más cerca de lo que él creía que era el triste final de una situación desesperada, la muerte de su hijo.  Sin embargo, a pesar de su tristeza, Abraham confió en Dios.  Su corazón no estaba en alegría; él no estaba gozoso en la montaña.  Pero él puso un pie delante de otro.  Caminó a través de la oscuridad de la situación; obedeció los mandamientos de su Dios.

A espaldas de Abraham, al otro lado,  algo más estaba caminando por la montaña, fuera de su vista.  Por cada paso que tomó Abraham, un carnero dio un paso. 



Mientras se acercaba a la cima de la montaña, el dolor de este hombre debió de aumentar.  Se habría preguntado por qué Dios no había intervenido; por qué lo había probado de esa manera. 



Pero no hubo respuesta.  No hubo voz del cielo.  Y así Abraham se mantuvo obedeciendo a la orden de su Dios.  Puso a Isaac en un altar y se dispuso a sacrificar a su único hijo.  Justo en ese momento, en el último segundo, cuando parecía que había llegado el fin, Dios le habló.  Abraham detuvo el sacrificio, miró hacia arriba y vio a un carnero trabado en un zarzal.  Tomó a su hijo de sobre el altar, lo reemplazó por el animal y ofreció el sacrificio a Dios. 



Abraham nombró a aquel lugar “Jehová-yireh” o “el Señor proveerá”.  
Esta historia fue escrita para nosotros hoy.  Para nosotros,  cuando nos enfrentamos a situaciones desesperadas.  Debemos saber que Dios ya está planeando una salida, aunque nosotros no la veamos, no la escuchemos.  Podemos confiar en que nuestro Dios está trabajando.



Podemos orar así: 

"Querido señor, tú sabes lo desesperado que estoy hoy.  Mi fe ha flaqueado.  Aunque quiero confiar en ti, tengo dificultades para hacerlo.  Pido tu intervención en mi situación, y que aumentes mi fe mientras espero tu respuesta.  En el nombre de Jesús, amén."





Glynnis Whitwer pertenece al Ministerio Proverbios 31.-
http://www.proverbs31.org/spanish/index.php

3 comentarios:

  1. QUÉ PRECIOSO!,DIOS TE BENDIGA POR ESTE TRABAJO TAN EXCELENTE QUE ESTÁS REALIZANDO !SIN LUGAR A DUDAS EL SEÑOR ES GLORIFICADO, Y LAS ALMAS DESESPERADAS POR ENCONTRAR AYUDA ,RESPUESTAS ,LUZ, SALVACIÓN ,CONFIANZA Y LO MEJOR DE LO MEJOR QUE ES JESUCRISTO , LO ENCUENTRAN!

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  2. ¡Gracias Teresa!
    Todo sea para la gloria de Dios.
    Él es quien nos capacita para toda buena obra.

    "Pero nosotros no somos capaces de hacer algo por nosotros mismos; es Dios quien nos da la capacidad de hacerlo."
    2 Corintios 3.5.-

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  3. En medio de días donde solo se escuchan comentarios que desaniman y perturban,¡qué lindo leer estas palabras de aliento!

    No podía ser de otra manera: están inspiradas en la Palabra de Aquél que era, es y ha de ser...
    Aquél que pagó con su vida para que podamos vivir en Él.

    Solo debemos... ¡CREER!

    ¡Bendiciones a tod@s!

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